Dicen los sabios, y los no tan sabios también, que la amistad es un sentimiento recíproco, una relación desinteresada que se da entre dos individuos en la que el cariño y el respeto mutuos son los principales participantes.
Al decir que en la amistad participan nuestro sentimientos, pasamos a hablar de un vinculo afectivo, es decir, estamos de algún modo u otro, diciendo o manifestando que nos afecta, dicho en otras palabras, que influye en nosotros, en nuestra manera de actuar, de pensar, de sentir... Claro que todo esto es algo subjetivo, ya que nadie determinó los ingredientes necesarios para una amistad perfecta sino que cada uno de nosotros elaboramos nuestra propia receta para la llamada amistad.
Más de uno "ve" la amistad cuando encuentra en una persona comprensión, sinceridad, interés, cariño, confianza, amor, y tantas otras pequeñas cosas que sabemos... nos hacen bien. Dicen que ante una verdadera amistad, ni la distancia ni el tiempo pueden inferir. La verdadera amistad es capaz de darnos apoyo cuando no lo encontramos, de darnos fuerzas cuando la creíamos perdida, de darnos ese empujón que nos hace falta para seguir cuando ya todo parece sin sentido, de alegrarnos la vida día a día, de compartir los momentos felices.
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Ahora bien... yo me pregunto ¿Acaso no alcanzó todo lo que hice por vos?, ¿en que fallé?, ¿dónde quedaron todos esos lindos recuerdos?, ¿dónde quedó la frase "mejor amiga"?, que alguien me lo diga.
Qué fácil es echarlo todo a perder por una simple estupidez.